Hoy, solo por hoy, mi estimado, déjeme le cuento que en mis archivos encontré, hablando de salud,
una receta infalible que publicó Ruth Barrick y se las quiero compartir; ahí les va: Tome doce
hermosos y bien cultivados meses y separe de ellos completamente, todas las partículas de
malquerencia. Arranque todas las pequeñas manchas de mezquindad. Téngalo todo fresco y
limpio como cuando por primera vez viniera del almacén del tiempo. Corte esos meses en treinta
pedazos y no intente con ellos hacer un atado completo al mismo tiempo. Mucha gente todo lo
inutiliza por ese medio…Separe un día por vez, como sigue: en cada día ponga doce partes de fe, once
de paciencia, diez de sinceridad, nueve de ánimo, ocho de perseverancia, siete de confianza, seis de
descanso, cinco de lealtad, cuatro de esperanza, tres de caridad, dos de meditación y una muy bien
seleccionada resolución…Agregar a esto una cucharadita de buen espíritu, una leve rociada de alegría,
un pellizco de jovialidad, una brizna de juego y una taza de buen humor. Vacíe el contenido total en
una buena cantidad de amor y felicidad y mézclelo todo con júbilo…Cocínelo enteramente con calor
fervoroso, aderécelo con risas y con una ramita de deleite. Entonces, sírvalo con quietud, desinterés y
coraje. Y el resultado será sin duda, un excitante y exitoso año…La frase: “Una vida descansada y una
vida perezosa, son dos cosas distintas;” la escribió Benjamín Franklin. Soy Mario Castro, miembro
activo del SNRP