Una semana después de que se suscitaron los enfrentamientos en Culiacán por la detención y liberación de Ovidio Guzmán, se ha dado a conocer que los sicarios del Cártel de Sinaloa secuestraron una pipa de gas para hacer explotar un multifamiliar de militares.
A través del noticiero de Ciro Gómez Leyva en Grupo Imagen, se dio a conocer que tras la detención de el hijo de “El Chapo”, los sicarios decidieron atentar contra las familias de las fuerzas federales y con ello dieran la orden de liberar a Ovidio.
Además, con información referida de Jorge Fernández Menéndez, los ataques que se realizaron en Culiacán pusieron en riesgo la vida de la esposa, suegra e hijas de Ovidio, por lo que los militares les pusieron chalecos antibalas.
El plan para detener a el hijo de Joaquín Guzmán no surgió de la nada, pues tenían 5 meses planeándolo y, debido a ello, diversos militares se camuflajearon y alquilaron casas en la localidad de Tres Ríos, por lo que realizaron 3 cordones de seguridad alrededor de la residencia donde vive la familia de Ovidio.
Fueron 140 elementos de la División Antidrogas de la Guardia Nacional quienes pidieron al Ministerio Público Federal una orden de cateo y culminar la detención, no obstante, nunca les llegó.
Por ello, los policías le gritaron a Ovidio que se entregara mientras esperaban la orden judicial y cuando trató de negociar su detención en su garaje, le tomaron las fotos que se difundieron de Guzmán López.
De igual manera, se confirmó que él no fue disfrazado de militar para liberarlo, pues se trataba del secuestro de un elemento de fuerzas federales.