Un Sexenio entre proverbios

Un Sexenio entre proverbios, refranes…y picardía mexicana…Bien calificados los gobernantes por Don  Daniel Cosío Villegas, quienes se distinguen por su estilo personal de gobernar…Pero, Hablando Claro, a propósito de un refrán que externó en su mensaje Andrés Manuel López Obrador ante el  Congreso de la Unión e invitados especiales que asistieron a su toma de protesta como Presidente Constitucional de las Estados Unidos Mexicanos; Este dicho me canso ganso, se hizo viral. Y, bueno,  López Obrador desde siempre se ha distinguido por sus expresiones claras y precisas; como dijera mi nana Luisa “habla al chile” para darse entender con el pueblo…Para los que no entienden esférica don Refugio, López Obrador les dice bolas don Cuco, o, sobre el muerto las coronas en vez de decir sobre  el féretro las ofrendas florales; y para no confundir a sus oyentes, no les dice que en orificio obstruido  no penetran dípteros; les remarca que en boca cerrada no entran moscas…Luego de que Andrés  Manuel López Obrador, dijo me canso ganso, el pueblo gritó ¡échale cañas al tercio,! Porque al que madruga Dios le ayuda y además entienda señor presidente que el agua pasada no mueve molinos…La nación le hizo un llamado a que no le saque, porque a palabras de borrachos, oídos de cantinero y al  mal paso darle prisa ya que con el tiempo y un ganchito hasta las verdes se alcanzan; porque, a ojo del  amo engorda el caballo…Aquí en Sinaloa, desde la Concha hasta el Carrizo y de la costa a la sierra  gritan ya era hora que un amigo esquien nos ayude y no quien nos compadezca; ya nos cansamos de
que lo que el rico tira el pobre lo recoja. Necesitamos manos generosas, no manos poderosas ya que  todo cabe en un jarrito subiéndolo acomodar…y Cuídate juan que por ahí te andan buscando, porque Macedonio es un pájaro de cuenta…Ya con esta me despido y hablando claro les digo que me doblo,  pero no me quiebro…La frase: “Mientras más “semos” menos nos entendemos;” la pronuncian las  lenguas de lija en Los Mochis. Aclaro que esta columna fue publicada el 3 de diciembre de 2018. Soy Mario Castro; miembro activo del SNRP.

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